Las Pymes argentinas también marchamos por el trabajo. Porque somos el eslabón más cercano entre los trabajadores y los empresarios, porque convivimos a diario, codo a codo, y porque somos el sector que más empleo genera en todo el país. Sin Pymes no hay trabajo; y sin trabajadores, no hay Pymes.
Por eso, desde Industriales Pymes Argentinos (IPA) queremos reafirmar una base reivindicatoria de un proyecto industrial de país que permita fomentar una Argentina verdaderamente unida e integrada, que sólo se alcanza con más trabajo y con más trabajadores.
- Mercado Interno: La solidez de la producción y el comercio nacional es la base que todo país industrializado tiene para desarrollarse. La ecuación es simple: el poder adquisitivo de los trabajadores conforma el círculo virtuoso de la actividad económica de un país. Entonces, el problema no está en un consumo que genera inflación, sino que los aumentos de precios se dan cuando la especulación financiera está por encima del desarrollo productivo. Reclamamos un mercado interno fuerte.
- Mercado Externo: La producción nacional es competitiva. Pierde esa ventaja de los portones hacia afuera de las fábricas, lo que comprueba que los salarios no son el problema, sino que son parte de la solución. Abrir las fronteras para que haya inundación de productos terminados o insumos que se fabrican en el país sólo tiene un efecto real: importamos trabajo de países que sí apuestan por su industria, lo que implica que eliminaremos el salario local, el empleo y también las Pymes. Pedimos regulación del comercio exterior, con una administración inteligente del Estado.
- Financiamiento: Un modelo que piense en el desarrollo de la actividad productiva y que fortalezca a los trabajadores necesita de un sistema financiero orientado a la industria. Nunca debería ser más rentable un plazo fijo, un bono o el ahorro en dólares, que las ganancias que deberían dar las fábricas que producen, abastecen el mercado interno y exportan sus excedentes. Necesitamos crédito y promociones industriales, como sucede en todo el sistema capitalista.
- Energía: La Argentina es un país rico en recursos naturales. Petróleo, gas y minería son un bien de los argentinos, porque nacen de nuestro suelo. El costo dolarizado a precio internacional de las naftas y del gas, por ejemplo, se constituye en un despropósito productivo, porque pone a las Pymes y a los trabajadores en pie de igualdad con países que tienen tasas mínimas de pobreza, promociones industriales y empleados con salarios que consolidan una clase media fuerte. Si el gas y el petróleo salen de nuestro suelo y les pertenece a los argentinos, no puede medirse en dólares. No son subsidios, son precios de origen. Exigimos la pesificación para no asfixiar a la industria y a los trabajadores.
- Insumos Difundidos: Como sucede con la energía, hay costos de insumos que utiliza la industria que se producen en la Argentina, pero que están valuados en dólares y, además, por ser empresas oligopólicas (pocas empresas que dominan el mercado) los precios están por encima de lo que cuestan en el mundo. Ese mercado está regulado y no se permiten importaciones o, en su defecto, esas grandes empresas nacionales y multinacionales castigan a sus clientes que deciden buscar alternativas. Esto les quita competitividad a las empresas y no permite expandir el mercado laboral. Intimamos a que haya un verdadero mercado libre para que las Pymes no sean rehenes de sus proveedores.
En definitiva, los argentinos necesitamos un plan industrial. El trabajo argentino es la base del desarrollo. Para reivindicar nuestra historia, para cuidar lo conseguido y para pensarnos en crecimiento, Pymes y trabajadores fortalecemos la alianza para cuidar al empleo nacional.
Daniel Oscar Rosato, Presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA)